Dra. Luz Mendoza Castro
Ajut psicoterapeutic i psiquià tric. Col•legiat 31.502
Psicologia i psiquiatria holÃstiques
Psicodanza Integrativa
Psicodanza integrativa es un método vivencial de autoconocimiento y de bienestar emocional que viene de la Biodanza ©, en el que de manera meditativa se danza el mundo interior de cada uno, se permite que salga el observador que habita en cada uno de nosotros, se recupera la alegría de vivir y se experimenta lo más auténtico que hay en cada ser humano: el amor incondicional.
Danzando me permito notarme, sentirme, acompañarme en la danza y observar todo lo que se mueve en mi interior (pensamientos y emociones), de esta manera tomo consciencia de todo lo que hay en mi interior y lo libero, quedándome solo con lo que me es útil para mi bienestar e incorporando nuevas maneras para sentirme bien.
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Se utilizan como elementos terapéuticos: la danza, la música y el círculo de palabra en un contexto grupal.
Mediante este método se estimula la evolución y la toma de conciencia del ser humano, a fin de recuperar su verdadera identidad, lo más auténtico que hay en él, su esencia.
Al ser integrativa su finalidad es restablecer la salud en su totalidad (cuerpo, mente y emociones). Integra la conciencia en todas sus dimensiones, a nivel corporal, energético, emocional, mental y espiritual. La danza y la música activan el sistema nervioso y la liberación de hormonas, las cuales circulan hacia todos los órganos restableciendo sus funciones originarias.
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Este método favorece, en primer lugar, restablecer la salud. Favorece conseguir mayor conciencia corporal, recuperar el placer y la fuerza vital. Disminuyen síntomas como las cefaleas, estado de ánimo depresivo, la ansiedad, etc. Despierta la alegría de vivir, el placer, la autoconfianza, ya que aumenta la autoestima. Potencia la sensibilidad de la persona y cambia la relación con su entorno (sentir más y pensar menos). Cambia su visión de la vida, despertando estados de plenitud y de paz.
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La psicodanza o danza del Ser, es un estado de conciencia, de estar en el "Sí mismo", en un eterno presente, en el que los pensamientos se disuelven y dan lugar a la unión mente- corazón. En este sentido se puede decir que es una meditación en movimiento.
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Se trabaja el vínculo con uno mismo y con el otro, permitiendo que se actualicen y recreen los vínculos primarios con los padres, generándose un proceso de re-parentalización, en el que se cambian recuerdos negativos productores de sufrimiento por vivencias positivas reparadoras y reconciliadoras.
